julio 04, 2013

INICIO

El objetivo con este blog es el de tratar de ayudar a todo aquel que busca por medio del diálogo verbal o mental de la oración, acercarse a Dios, sea por una íntima necesidad o por la simple experiencia de alcanzar esa comunicación.

El ser humano, desde que hace uso de su albedrío, se ha planteado la existencia de un Creador como justificación a todo lo que existe y en particular el desde cuándo. Pero, quizá la gran pregunta sea el Porqué existe.

De alguna forma, más allá de la atemperación a los medios ambientales, nuestra memoria es algo más que genética y de una manera única recordamos lo que observamos y creamos juicios de valor que nos colocan en un plano excepcional ante las cosas que nos rodean, incluyéndonos.

Ello nos ha permitido vivir dentro de un contexto totalmente definido por nuestras apreciaciones de valor de todo lo que nos rodea. Conocido o no, establecemos siempre un juicio para poder relacionarnos: con el paisaje, los elementos del ambiente, con aquellos que consideramos como semejantes y con lo que pensamos deviene de cada situación al relacionarnos con cada cosa o ser viviente.

Siempre hubo y hay algo que no lo podemos explicar, pero por ello no lo ignoramos, todo lo contrario, se convierte en un foco de atención hasta tanto no podamos darle una explicación. Aun cuando, cualquiera que sea, válida para el momento, no necesariamente sea igualmente válida en el devenir de los hechos.  Ejemplo de ello, el fuego o la electricidad que han tenido explicaciones diferentes en la vida del hombre.

Bien, cuando esa apreciación es sobre nosotros mismos y nuestra relación con nuestra naturaleza, encontramos un área que no podemos definir más allá de la intuición. Pero es una realidad que existimos y que también formamos parte del paisaje. Que ejercemos un determinado rol dentro del mismo, hasta el punto de no poder movernos dentro de él sin una referencia de juicio, lo cual ha hecho que podamos intervenir en el proceso de los acontecimientos que sumaran su historia.

Tal capacidad es un don, una gracia, virtud o talento, otorgado o prohibido, confinado o confrontado. Pero el sólo hecho de sólo existir nos dice que es único y nos relaciona con todo y con  nosotros mismos. He aquí, donde entra nuestro juicio y nuestra relación con todo lo creado, con nosotros mismos y con el Creador. Con Dios.


Y descubrimos, que cuando nos comunicamos con Él entendemos mejor los acontecimientos que se suceden y logramos transfigurarnos en tal acto y   trascender. 

Ello es el acto de Orar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario